El pasado 28 de diciembre el Perú amaneció con una noticia que generó incredulidad y hasta fue tomada como una broma de pésimo gusto, pues ese mismo día se celebra en Perú y en muchas parte del mundo el día de los inocentes.
Todos hubiéramos querido que fuese una broma de mal gusto, con el transcurso de los minutos pasadas las 6:55 de la mañana, se pudo confirmar el deceso de Pedro Suárez-Vértiz, después de llevar una larga y penosa enfermedad conocida por E.L.A. (Esclerosis Lateral Amiotrófica), un infarto al corazón le quitó la vida a los 54 años de edad.
El impacto fue grande porque no solo sus fans y amigos sentimos su perdida, sino que esta noticia de su deceso repercutió a nivel internacional, ya que era reconocida su capacidad musical de cantante y compositor que vivía en él.
Tuve el gusto y privilegio de poder entablar amistad con Pedro en la Universidad de Lima a finales de los ochenta, cuando ya era un artista consagrado en Perú, líder de su banda Arena Hash Junto a su hermano Patricio, Arturo Pomar Jr. y Christian Meier y la consagración internacional ya estaba a las puertas de la esquina.
Recuerdo que nuestra amistad comienza cuando él y yo tomábamos, los mismos colectivos que pasaban por la Universidad de Lima e iban por toda la avenida Javier Prado, me refiero a las desaparecidas líneas 40 y 22; nos bajábamos en Arenales o el Cine Orrantia. Muchas veces misios tirábamos “plancha” desde allí hasta mi casa en la cuadra 3 de Los Conquistadores y Pedro caminaba un poco más allá, hasta la calle Puerto de Palos donde vivia con su madre y hermano Patricio en San Isidro.
Siempre hablábamos de Los Rolling Stones del cual era fanático y yo también, de Queen, del rock en general, sentía que la música corría por sus venas. También charlábamos en los pasillos o en la entrada de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, donde la gente se quedaba en las horas libres.
Recuerdo una pregunta que me atreví a hacerle por la confianza que ya teníamos y era si él había tomado algunos acordes para la canción: “Me resfrié en Brasil”, con el tema que cantaba Enrique Guzmán: “100 libras de barro” y lo primero que me dijo fue: Enrique Guzmán para mi es un genio yo lo admiro muchísimo, revolucionó el rock en México y en Hispanoamérica, pero sinceramente no me copié de él; aunque si debo decirte que no hay nada nuevo bajo el Sol y a uno le pueden aflorar melodías de antiguas canciones y de otros temas sin necesidad de ser plagio… y para serte sincero Cuchi (así me dicen mis amigos) ahora que lo dices tal vez fue una prestada involuntaria y nosotros los músicos tenemos un archivo musical que tomamos de aquí o de allá y nace un nuevo producto, y si tomé algo de Enrique Guzmán para mí es un honor porque yo lo admiro muchísimo desde niño.
La simpleza y sinceridad de sus palabras me dejó traslucir que estaba frente a una persona honesta de corazón que no tendría ningún reparo en confesarme la verdad, pues, los genios aprenden de otros genios sin ser sus imitadores.
Nunca llevamos ningún curso juntos en nuestra querida Facultad de Comunicaciones, yo venía de trasladarme en el 88 u 89 (no recuerdo bien) de Ingeniería Industrial, donde no ataba ni desataba (hasta ahora me pregunto que carajo hacía allí, si lo mío eran las letras y el cine); pero la máquina de los sueños como yo llamo a la Facultad de Ciencias de la Comunicación, era y no sé si será en la actualidad, una hermandad entre alumnos y profesores donde todos nos conocíamos desde que entrábamos a ella.
Volviendo al tema de Pedrito nunca vi que se le subieran los humos a la cabeza por la fama y todas esas cosas que les suele ocurrir a los artistas cuando alcanzan el reconocimiento y la admiración, Pedro siempre fue el mismo pata sencillo de barrio, eso si, super distraído y en su mundo que podría traer a confusión de sobradez para cualquiera que no lo conocía, o estar fumado con sus respuestas siempre ingeniosas y que podían sacar de cuadro a los profesores y a compañeros de aulas que estudiaron con él y me lo contaron
Anécdotas tengo varias para contar
Recuerdo que yo necesitaba entrevistar a algunos cantantes para mi tesis de bachillerato y estaba contra el tiempo en mi presentación final para su corrección. Varios artistas me fallaron, me hicieron quedar y luego me choteaban, contacté a Pedro para que me concediera una entrevista que necesitaba urgente, encontrándolo de casualidad por mi casa ya que vivíamos cerca, estaba con Patricio su hermano, le conté de mi urgencia de entrevistar a un cantante y que me habían fallado todos; él me dijo muy suelto de huesos: “Cuchi no hay problema, te espero en mi jato acá en Puerto de Palos a tal hora y te ayudo, es más van a estar Patricio y Arturo porque de allí nos vamos a una discoteca, pero no me falles ahh… Ese mismo día con grabadora en mano Pedrito, Patricio y Arturo Pomar, con el cual tuve el agrado de trabajar después en la novela Escándalo me dieron más que una mano, porque la entrevista se extendió más de la cuenta y cedieron parte de su diversión en la discoteca para concedérmela a mí.
Otra anécdota y esta vez más graciosa era que Pedro y su familia iban a pasar la temporada de verano en la casa de su representante si la memoria no me falla en la Playa Los Pulpos y justo al lado mi cuñado tenía su casa también. Cuando mi cuñado o mi hermana no iba, iban sus hijos que estaban entre los 19 y 20 años y siempre hacían juergas.
Para hacer corto el cuento, un día yo fui y lo veo sentado afuera de la casa de su representante con él tomando el sol bajo una sombrilla de paja que las casas en Los Pulpos suelen tener, bajo las escaleras para ir al mar y lo saludo, el me saludó con una cara de sorpresa e incredulidad que yo saliera de la casa de al lado, me acerco nos abrazamos me presenta a su mánager y me siento a conversar con ellos y después de un rato me suelta la pregunta: “Cuchi:¿esa es tu casa?, no la de mi cuñado, respondo; veo su cara como de querer preguntarme algo más pero le daba un poco de vergüenza. Ahhh pero él nunca para allí ¿no?, bueno (le respondo), la verdad que no, por su chamba y si viene son los viernes en la tarde a golpe de 6 p.m. o al día siguiente. ¿Por qué? ¿Quieres alquilar la otra casa que está en el primer piso?, porque la de la terraza es para él y su familia. No...no... Cuchi no se trata de eso… te voy a ser sincero, esos chibolos y sus amigos paran haciendo juergas y uno viene a relajarse y no quiero tener problemas con ellos… y bueno ahora que te veo y me dicen que son familia tuya háblales por favor, que sean menos escandalosos, porque uno viene con la familia y quiere descansar de verdad. No te preocupes Pedro, le respondí, yo voy a hablar con ellos ahora mismo y con mi cuñado cuando venga para que los desahueve, lo último que quisiera mi cuñado Alfredo es problemas con los vecinos, descuida… Ha pasado otra cosas más?… le pregunto. Si, la verdad, yo no sé, no me interesa que traigan a sus hembritas o a sus trampas no es mi rollo, están en su casa y eso no me incumbe, pero dile a tus sobrinos y a sus amigos por favor, que siempre veo a una hembrita flaquita de pelo rubio que se para al borde de la baranda de la terraza en topless y eso si ya es rochoso, ya trasciende de lo privado a lo público, mi esposa, mis hijos y la familia de él (señalando al representante), no tenemos por qué ganarnos con eso, el manager movia la cabeza y opinaba dándole la razón. Yo le respondí ¿Hembritas en topless? Yo sé que Diego mi sobrino viene con su enamorada, pero ella no es rubia y no creo que salga en topless a la baranda a exhibirse y la otra chica es una amiga de ella, Nicole. Es bien centrada, no lo creo y ninguna es rubia; en eso el mánager voltea señalando a la terraza y me dice: ¿Cómo que no? ¿y quién es la flaca que está ahora en la baranda?, Pedro me dice: !ella es¡ señalándola, cuando volteo me comienzo a matar de la risa y le digo, Esa no es ninguna hembrita es su pata Bruno, Pedro se quedó de una pieza y me dijo… Sorry Cuchi, te juro que pensaba con el mánager (no recuerdo su nombre) que era una flaca y mi esposa también decía lo mismo y comentaba que lo peor de todo que es conchuda, porque no tiene nada de tetas, es una tabla… No quedó otra que reírnos y le prometí que hablaría con ellos sobre la bulla. Le ofrecí una chela y me sorprendió cuando me dijo: Gracias Cuchi pero yo no tomo alcohol, me costó creerle porque uno se forma una imagen sobre los rockeros de pastrulos y borrachos y Pedro por más que lo pareciera no lo era. De verdad nunca lo vi con un pucho en la boca, un troncho o una botella de licor.
En el chat que hay en Facebook de los amigos de la facultad han contado más anécdotas sobre él.
Siendo mi vecino en San Isidro, sinceramente nunca lo vi mataperrear en mi cuadra o en el parque El Olivar, tal vez por ser yo cuatro años mayor que él, no lo sé, pero sí recuerdo a la chica que el describió una vez en un relato cuando fue a comprar aceitunas en la archiconocida tienda que hacía esquina de Los Conquistadores con Lizardo Alzamora, a media cuadra de mi casa. O cuando hizo una de las mejores semblanzas por la partida de su amigo del colegio y vecino mío el incomprendido, “Paloma” muy conocido en el barrio. Quién puede tener más recuerdos y anécdotas de Pedrito es mi amigo César Peredo músico como él y que compartieron una que otra vivencia juntos. Y más vivencias aún, sus amigos de colegio que ya han soltado algunas de ellas en su grupo de chat del Colegio Maria Reina.
Pedro fue un músico fuera de serie, que como él dijo en más de una oportunidad, no consumía drogas de ningún tipo, no fumaba tabaco, nunca se le conoció un escándalo, ni infidelidad. Amaba a su esposa de verdad y a su familia que era el eje fundamental en su vida, algo muy difícil de llevar hoy en día, cuando la tentación te ataca por todos lados y él supo mantenerlas a raya, era un tipo normal con sus virtudes y defectos como cualquier otro.
Pedro fue un músico que marcó y marcará huella, porque hacer música en el Perú es como arar en el mar, no hay apoyo, la piratería abunda, no reconocen tu arte, te estafan, muchos contratistas piensan que al contratar un músico es pagarle propinas como músico ambulante, cuando no se dan cuenta que es una profesión también, que un músico vive del fruto de su trabajo y tiene que llevar el pan a los suyos. No aprecian el arte y eso viene desde las esferas más altas del poder que consideran al arte como insignificante y si nvalor.
Pedro aró en el mar y cosechó, fue profeta en su tierra y se internacionalizó, le dio al rock Peruano su lugar dentro del ámbito internacional junto a otros músicos destacados, después de una década y un poco más de un nefasto gobierno militar que le hizo la guerra al rock nacional por señalarlo como alienante. Yo pregunto: ¿qué pueden opinar de arte gente que ha sido formada para otros fines?
Los que éramos adolescente como yo en los ochentas y noventa, fuimos una generación que se veía sin futuro, con un terrorismo que destruyó muchas de nuestras ilusiones, con gobiernos corruptos con hiperinflación, solo teníamos un escape en el buen rock que se producía en Latinoamérica y en especial en el Perú y Pedro fue uno de los artífices de hacernos creer que podíamos aspirar a un mundo mejor, que podíamos y debíamos cambiar ese futuro lúgubre que se avizoraba. El rock fue esa válvula de escape.
El mejor homenaje que he podido leer estos días sobre Pedro, es el relato de nuestra querida amiga de la Universidad Cecilia “Cheche” Gómez de la Torre”, cuando escribió que cuando se iba a celebrar la llegada del año nuevo al Sur de Lima, escuchaba las canciones de Pedro en todos los autos de los veraneantes que se iban como ella a las playas de Sur. No me cabe la menor duda que sus temas se bailaron como yo lo bailé cuando llegó el 2024.
Entiendo que la música como es una manifestación artística les puede gustar a unos como a otros no, yo tengo cantantes y grupos que me encantan y a otros no los soporto, eso lo puedo entender; respeto a los que no les pueda gustar el estilo de Pedro Suárez-Vértiz pero también habrá gente mezquina que menospreciara su legado, dándole poco crédito al aporte que Pedro nos regaló y hasta seguro se alegraran de su partida, pude leer algunos de esos mal intencionados comentarios en un chat de Facebook, pero son casi nadie e insignificantes, gente mediocre que nunca hizo nada por nadie y quieren tener sus cinco minutos de reconocimiento, mejor ni mencionarlos dejarlos en el olvido donde deben de estar.
Quise empezar con el título de este artículo como:
Pedro Suárez–Vértiz y su mejor tema: “Mi Vida”, porque si bien no encontrarás el título de esta canción en ninguna de sus grabaciones, es la mejor composición que pudo crear y que la concluyó este 28 de diciembre pasado, cuando nos dejó, regalándonos a nosotros la mejor de sus letras para que nosotros le pongamos la música a nuestro antojo para adaptarla a nuestra propia existencia.
Gracias Pedro, amigo de la Universidad, no te digo que te vamos a extrañar, porque tú estás aquí presente entre todos los que tuvimos el placer de conocerte. De escuchar y deleitarnos con tus canciones, de leer tus artículos muchas veces incomprendidos estando de acuerdo o no con ellos. Pero eras tú y eso se respeta y valora, por eso se te quiere y estima, para tus amigos, lo que te conocimos y todos tus fans no te has ido ni te irás, solo tomaste un largo descanso. Solo recuerda parafraseándote que:
Cuando pienses Pedro en volver
Aquí están tus amigos, tu lugar y tu mujer
Y te abrazarán
Dirán que el tiempo no pasó
Y te amaremos con todo el corazón.
José “Cuchi” Orrego Mir.
Miami, 5 de enero del 2024.
Buen artículo, yo si coincidi con el en el olivar cuando yo iba para la zona de Puerto de Palos a jugar, lo que pasa es que el no se movia de su cuadra y en la niñez cuatro años de diferencia son bastante.
ResponderBorrarGracias por compartir dame tu nombre a lo mejor nos conocemos.
BorrarExcelente relato, nos hace conocerlo más y confirmar lo buena persona que fue Pedro Suarez Vertiz
ResponderBorrarTB
Excelente testimonio y una muy buena aclaración a los comentarios negativos de Pedrito, un abrazo y estaré esperando tu próxima publicación.
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