El fútbol con tapas y el vacilón de unos muchachos que ya fueron.
En mi último viaje a Lima
(diciembre de 2014 - enero 2015), tuve la oportunidad de reunirme con mis
amigos de toda la vida, los de mi barrio y de la infancia, los de la collera de
la avenida Los Conquistadores en San Isidro en Lima, Perú; aunque no estuvieron
todos los que debían estar por diferentes compromisos, nos pudimos reunir un
grupo reducido en la casa de Gino Salinas y el tema central de nuestra conversación giró en torno al juego de:
fútbol
con tapas, actividad que nos absorbía horas de horas en torno a una bola que no era la numero 5 de
cuero, sino más bien una perlita de pocos milímetros de diámetro que era
movida a través de tapas de envases diversos en un espacio reducido a escala de
lo que podría ser un campo de fútbol profesional.
|
Con Gino (izquierda), Jorge (sentado) y yo (derecha)
comenzando la reunión de enero del 2015 |
Estaban en dicha reunión: Jorge Maehira, César Peredo, Martín Tanaka y
este pechito Gitano que escribe; compartiendo unas aguas con su respectiva
parrilla. El tema central de la
conversación giró en torno a nuestro juego preferido de la infancia: no…no era
las escondidas, ni treparnos a los árboles, ni jugar mundo, canga, carritos
(aunque este juego da para otra historia), trompo o cualquier juego infantil ya
conocido. Era el popular Fútbol con Tapas.
El autor de la nota (osea Yo) a la izquierda, en el centro Lucho Peredo y a la derecha Rafo Salinas
al rededor del año 1984 en casa de Rafo y Gino Salinas.
Miguel Treguear haciendo uso de su destreza con las tapas y con los vasos, como te castigas desgraciado. Campeonato de fútbol tapas masters diciembre del 2013
Hablar de un partido de tapas y jugarlo con el rival de turno era una
experiencia casi sexual, aunque para esa
época y edad aún no pensábamos en esas
cosas, transmitir esa pasión que uno llevaba en nuestras venas de mocoso
pre-púber y pre-pajero es para mí, hoy en día,
difícil de explicarlo. Todas nuestras emociones, energías e ímpetu los
canalizábamos a través de esta actividad, que tal vez si el lector que está
leyendo esta nota por primera vez no perteneció al grupo de amigos del cual les hablo y no disfrutó de este juego sería difícil de
entenderlo.
Las reglas eran simples: llevar lo más fidedignamente posible las
reglas del fútbol tal como lo conocemos a un grupo de tapas de envases de
diferentes dimensiones a enfrentarse en dos grupos de once contra once, desarrollando una estrategia de juego para vencer al rival haciéndole goles con
la perlita como balón en el arco rival. El
arco confeccionado con cajas de cartón de cojines del desaparecido champú
Glemo (que también las usábamos para guardar las tapas hasta el siguiente
encuentro), cortada a la medida o en su defecto siendo más sofisticados (porque
teníamos que evolucionar), las agarraderas de los muebles de televisor antiguo que
Enrico del Solar introdujo y que este servidor también tenía en su casa.
En
cuanto a la cancha usábamos cualquier superficie plana de cemento, loseta o
parquet, sumamente pulida y lustrada (porque eso sí, nuestro dormitorio podía
caerse de sucio y desordenado pero los 2 x 1 metros aproximados que
usábamos de cancha de fútbol tenía que
estar inmaculado y libre de polvo. Una Cancha a la altura del Camp Nou, Vicente
Calderón o Santiago Bernabéu.
Arriba: Vídeo del fútbol con tapas
En la foto: de pie de izquierda a derecha: Gino Salinas, Jorge Maehira, no identificado.
Sentados: no se quién es la chica, ni el de polo celeste el Chino Loo, César Peredo, Martín Tanaka y Miguel Treguear en casa de los Peredo. año desconocido
|
El anfitrión Gino Salinas |
|
Ricardo Salinas, Martín Tanaka Gino Salinas y Jorge Maehira |
|
Martín Tanaka y Gino Salinas |
|
José Orrego y César Peredo |
|
Detalle de un tiro libre con barrera.
Juego entre Gino y Miguel.
|
En este juego había, tiros
libres, con o sin barrera, penales, tarjetas amarillas si golpeabas la tapa del
jugador contrario sin haber tocado la bolita, o expulsados, si con el empuje de tu tapa golpeabas tan
fuertemente la tapa contraria que la volteabas completamente, posición
adelantada etc. etc. (ver los videos), en otras palabras todas las reglas estaban es nuestro querido juego, lo único
que no había en el juego era Referees,
jueces de líneas y dirigentes, pues la FIFA éramos nosotros y allí no había
mafia de por medio.
|
En un break de Campeonato Master de Tapas 2003 |
Conocíamos las reglas y las respetábamos y si no, se
llevaba a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Estaba la piconería en un
primer momento, los insultos en un segundo
término, las patadas que hacían volar
por el aire las tapas del contrario en tercer lugar y finalmente los puñetazos
y patadas al contendor. Porque eso sí, hasta en las broncas se parecían los
partidos de tapas a los partidos de fútbol de verdad.
Los que pagaban pato de todo esto
eran los supermercados, uno que otro loco de la calle, el Rata y el Chino,
hermanos canillitas que tenían un puesto de revistas en el cruce de Lizardo Alzamora y
Conquistadores. A los supermercados íbamos a chorearnos las tapas de los
aerosoles que nos servían de arqueros, back centro o marcadores de punta según sea el tamaño, la tapas de las codiciadas Petrolube, Castrol, Terokal o betún
Griffin eran el medio campo y la delantera, como dice Gino rememorando: - éramos bien cojudos, íbamos a las
tiendas Monterrey a robarnos esas huevadas cuando habían cosas de más valor,… ¿Qué
pensarían los trabajadores de Monterrey al ver los aerosoles sin sus tapas?-.
Pero el choreo de las tapas acabó cuando a Miguel “el Mono” Treguear se le ocurrió
chorearse las bolsas de los globos de carnavales. Allí acabó la ilusión.
Arquero Back Centro Marcador de Punta
(tapa de Baygon grande) (tapa de insecticida larga) (Tapa de espuma de afeitar)
|
De latas como estas de lubricantes hoy casi desaparecidas sacábamos la delantera y medio campo
y con la chapita de gaseosa doblada de una forma especial que se acomodaba al dedo gordo de la mano hacíamos los chancadores que eran los que daban la velocidad a las tapas para que corran.
|
Medio campo y delantera
Las codiciadas tapas de metal de Petrolube y Castrol
El Rata y el Chino era otro de nuestros
objetivos, cuando queríamos obtener la
página central de la revista deportiva “Ovación” o “El Gráfico”, lo distraíamos
y al menor descuido...¡¡paf!! le arrancábamos dicha página siempre y cuando apareciera
alguna foto de un club de fútbol que
queríamos armar, para recortarles después las caras de los jugadores y pegarlos con
cinta Scotch sobre las tapas.
|
Jorge (Pachocha) Con Gino en pleno partido y sus infaltables heladas. Campeonato Master Tapas diciembre del 2013 |
O cuando a Jorgito lo correteó un
loco porque le quitó una tapa de aerosol grande que servía de arquero y ésta
le servía de taza del desayuno al loco, anécdota que Rafo
Salinas se acuerda muy bien.
.
|
Gino Y Miguel en pleno juego al fondo se ven a César,
el chato Plenge y Alberto Peredo |
Cabe resaltar y eso salió a
relucir en la conversación en casa de Gino, la famosa bronca de tapas entre los
hermanos César y Lucho Peredo, cuando César el hermano menor le estaba dando una
paliza a Lucho por goleada y le hacía
recordar que faltaban cinco minutos para que acabara el partido, ante la amenaza y piconería de
Lucho que si volvía abrir la boca le sacaba la mierda, César no tuvo más que
callarse, pero como era de esperarse y como ambos jugaban de local pues el
partido se llevaba en su casa, a los
pocos minutos se escuchaba la voz de mi Tía Chela que los llamaba: -Luchoooooo…… Céeeeeesar!!! Pasen a
almorzar… muchachos de mierda todo el día metidos jugando esa cojudez!!...-.
César aún no ha explicado si inocente o
intencionalmente respondió a su Mamá: -…Un
toque Mamá faltan dos minutos y esto se
acaba……-. Para que hablaste muchacho
despertaste la furia de Lucho que se te abalanzó para sacarte la
mierda, las tapas salieron volando por los
aires ante la persecución de Lucho a César y la intervención oportuna de los
presentes para que no te atrapara evitó una tragedia mayúscula.
|
Pachocha Maehira, César Peredo de espaldas
y Miguel Treguear |
Anécdotas hay muchas, como la
llenada de la cancha de pica-pica cuando Enrico jugaba de local o la música con
un cassette de la barra aliancista del equipo de Alianza Lima de Lucho Peredo
antes de cada juego, el codicioso arquero de metal de Julio Hermosa que todos
deseábamos y que fue a parar a manos de
Gino o las innumerables perdidas de
bolitas cuando esta se metía debajo del portón, cuando jugaba yo o Sergio Cueto
de local, en la quinta donde vivíamos,
afuera de la cochera de José Olazábal, o la de la vieja loca de Clorinda
que vivía afuera de la quinta y que salía a botarnos pateando nuestras tapas
porque no la dejábamos descansar con nuestros gritos. Siendo Sergio Cueto y no
Sergio Bermúdez el ganador de una cachetada de la vieja loca por culpa mía cuando
le increpé por su accionar y ella lo confundió a él conmigo. Finalmente la de
nuestro querido don Jorge Maehira, papá de Jorgito (Pachocha) y Riky que se
paraba en la puerta de su librería (Casa El Olivar De San Isidro) meneando la
cabeza sin decir nada al ver cómo nos apropiábamos de su entrada, entorpeciendo
la entrada a los clientes, organizando partidos en simultáneo, pues el área se prestaba para jugar varios
partidos a la vez.
|
analizando la jugada para la polémica |
El ver a Martín Tanaka nos hizo
recordar las tonterías que hacíamos por
buscar las famosas tapas, recorrer
cuadras de cuadras en busca de pampones o terrenos baldíos; porque sabíamos que podíamos encontrar tapas
para nuestros equipos y cantar cada vez que veíamos un terreno: -…..Un
pampón cara de mongolón ta..tará ta tará, ta tará ta…-. solo a los un grupo de niños se les ocurre ponerle
canciones a cosas así.
|
Ingreso a la Universidad Católica de Martín Tanaka año 1983 |
Aunque el juego de fútbol de
tapas no fue creación nuestra, nosotros y de eso no tengo la menor duda lo hicimos más “profesional” por así
decirlo, Pachocha y César contaban en la reunión que se pasaban horas de horas
practicando sus jugadas, jugando solos, como todo jugador profesional de fútbol para depurar su técnica y conocer los
secretos no solo de las tapas, si no de la condición del terreno propio y
ajeno. Teníamos los 16 equipos de fútbol del torneo descentralizado peruano y
una que otra selección y equipo extranjero (argentino, brasilero o europeo),
pero nuestras mejores tapas estaban con
el equipo de nuestros amores. En mi caso, Lucho, Rafo, Martín, Sergio, Edgard, Arturo y Pacho era Alianza
Lima y para otros como César, Pachocha y Miguel era Universitario o Cristal
para Enrico, Gino, Doménico del Solar y Riky Maehira. de Gustavo Guerra y Sergio Bermúdez, no recuerdo cual era.
|
Jose Olazábal, Lucho Peredo y Jorge Maehira
en un break del partido conchelas, vinos y aceitunas |
Ernesto "el Gringo" Bertoli es caso aparte, primero porque siempre cambiaba de equipo de fútbol, era hincha del que estaba en la punta, y en segundo lugar para palero a él nadie le ganaba. Nos metía unos cuentazos diciendo que en el sótano de la biblioteca de la municipalidad que esta ubicada aun en La Laguna del Olivar, escondía su colección de cientos y cientos de equipos de tapas de todo el mundo, más cojudos eramos nosotros que le creíamos todo.
Habría que preguntarle a la
collera de nuestros hermanos un poco
mayores que nosotros (Alberto del Solar Jr., Chino Salinas, Koki Segersbol,
Luis Enrique Gazzo, Polo Valega), ¿Quién fue el que tuvo esta brillante idea de
las tapas o de dónde viene?, es algo muy sui generis y no lo he visto en otro
grupo.
Al presente cuando ya peino canas
y a otros se le está descociendo el gorro por la edad, ha cruzado por mi mente
cuando estoy en un supermercado o esperando el cambio de aceite de mi carro al
ver las tapas de aerosoles o las tapas
de aceite de metal, lo bien que quedarían para un equipo de tapas.
No quiero terminar este artículo
sin mencionar la afición que se desarrolló también en las calles de Puerto de Palos y Juan Cavero unas cuadras más
allá de donde vivíamos, con nuestros
amigos los hermanos Edgard, Arturo y Pacho Laredo Honores que también le agarraron el gusto
al juego de las tapas y disfrutaron tanto como nosotros de esta pasión que nos quitó
muchas horas de nuestra infancia.
He agregado unos videos (que están lineas arriba) de cómo
se juega el partido de fútbol de tapas para que tengan una idea clara de lo que
les he estado hablando; el vídeo fue grabado el 23 de diciembre del 2013 es un
campeonato Master's relámpago en casa de los hermanos Peredo y sobre una mesa
acondicionada para el evento, (porque según parece la artrosis y los dolores de espalda ya están
haciendo mella entre estos viejitos y
les impide tirarse al piso), las fotos y el vídeo pertenecen
al grupo cerrado de Facebook “Barrio Conquistadores” y del cual muy amablemente
me las he capturado.
Este modesto artículo es una
continuación de otro que escribió mi gran amigo Jorge (Pachocha) Maehira y que
me tomé el atrevimiento de incluirlo líneas abajo titulándolo : EL JUEGO DE MI VIDA.
Cesar Peredo dejando la flauta de lado y mostrando su sapiencia en el fútbol tapas, Dale maestro.
José Fernando Orrego Mir
Miami, 3 de febrero del 2015
Derechos Reservados
EL JUEGO DE MI VIDA
Por: Jorge Maehira Higa
Nunca me imaginé, que tan solo un
juguete o mejor dicho un juego, sea el dueño de gran parte de mis sueños
infantiles y juveniles, durante un buen tiempo de mi vida, digamos, desde los 7
años hasta los 14 años. Alguna vez se han puesto a meditar o simplemente
pensar: ¿Qué juego sería tan bueno y perfecto durante 7 años o quizás un
poquito más?.
Jorge Eduardo Maehira Higa (Pachocha)
autor de la nota en la reunion de enero del 2015
Si nos remontamos por la década
de los 70, específicamente en el año 1974, recuerdo muy claramente mis primeras
experiencias futbolísticas, como espectador. Mi viejo, hincha acérrimo del
glorioso Deportivo Municipal, creo que la mayoría de su generación lo eran, y
en especial los nikkei.
Aunque no me llevo a ver al club
de sus amores, recuerdo claramente mi primera experiencia, como si fuese tan
solo ayer, entrando por la puerta Nro. 7, de Occidente baja, subiendo a toda
velocidad, y a medida que vas avanzando, se iba divisando poco a poco la
tribuna Oriente, y a su vez parte del campo, recuerdo muchísimo aquel glorioso
e inolvidable partido.
Fue el extraordinario partido
entre Universitario vs Peñarol, el marcador, como la mayoría de hinchas cremas
como Yo, no creo que se hayan olvidado 3x2. A favor de los merengues, por
consiguiente clasificación para la siguiente etapa.
En el año siguiente, es decir
1975, la selección peruana, se corona Campeón Sudamericano, ganándole a
Colombia en Caracas 1x0, con gol de Hugo Sotil. Con estas primeras experiencias
en el fútbol, ustedes ya se imaginarán la euforia que creó en mí, ésta bendita
pasión que es el fútbol.
La siguiente tarea era, como
plasmar toda esa pasión en un juego de barrio. Y tuve la suerte de vivir, justo
en la meca del fútbol de Tapitas. El juego era lo más virtual al fútbol, que se
podía imaginar de la época, imagínense que tenía la certeza, que nunca iba a
pasar de moda, a tal punto que iba a trascender por generaciones, lástima que
el Play Station, trituró en un solo segundo, tan bendito juego.
Detalle del juego
Las características principales
del juego era la siguientes: se jugaban, con tapas de varios tamaños y
dimensiones, dependiendo de la posición del jugador, es decir, si era arquero, tenía
que ser obligatoriamente grande (tapa de Baygón), y si era delantero o volante,
eran tapas chicas ( tapas de tempera, gasolineras o de Terokal).
Masters 2013 juego entre César Peredo y Miguel Treguear
El juego consistía en impulsar
con una chapa doblada, las tapas, y a medida que el balón (una perlita), le
chocaba a tu compañero, uno seguía jugando. La cancha era tan solo el piso de
tu casa o algunas veces en la misma vereda de tu casa, los arcos eran por lo
general, una caja de zapatos cortada en dos.
Lo emocionante y apasionante del
juego, era la rivalidad que producía el juego con tus demás amigos, a tal
punto, que hasta pleitos y mechaderas, se producían, tan virtual, como el fútbol
en sí.
El juego tiene una historia
riquísima, de grandes partidos y finales emocionantes, a tal punto de emocionarnos
hasta las lágrimas. Entre sus célebres jugadores de mi barrio de la Av.
Conquistadores, desde la cuadra 1 hasta la 10. Tenemos a Roberto Mosquera (DT
de futbol), César Peredo (flautista muy reconocido) y Guillermo Oshiro
(columnista de futbol del Comercio).
Otra vista del juego entre César y Miguel
Hubiera querido explayarme mucho más
sobre este maravilloso juego, pero, tuve el temor de aburrirlos un poco,
quizás, en una próxima oportunidad, les daré, mayor detalles de este simple y
extraordinario juego, que cubrió con creces mi infancia.
Gino en acción
Por eso, para concluir, el fútbol
no será tan importante, para muchos, pero no sabes cómo te hace Crecer. Así crecí
conviviendo siempre con nombres de futbolistas, disfrutando mi “juguete” con
mis amigos, primos, hermanos, hasta tíos.
JUNIOR
Gino y Miguel es disputadisímo encuentro.