La Danza de los Oportunistas
Desde más o menos unos treinta años aproximadamente en el
Perú y muy posiblemente en otras partes de Latinoamérica se ha venido dando un
deterioro agudo de las organizaciones políticas llámense estos partidos
políticos, la no renovación de sus cuadros y el no estar reinventándose y
afinando a los tiempos que les toca vivir, ha sido uno de los elementos
que dieran pie a ese desgaste gradual y sistemático
que ha originado el debilitamiento de todos los partidos tradicionales y
organizados, que contaban y aún cuentan algunos (pero débiles) con una organización desde sus bases y comités
repartidos en todo el Perú. Creo yo que la existencia y permanencia de un
partido político se sustenta en tres pilares fundamentales: primero.- En el mantenimiento y
crecimiento de su militancia, segundo.-
En la creación de nuevos cuadros al interior de esa militancia para futuros
líderes y vigencia del partido y tercero.-En
la actualización de sus
planteamientos políticos o ideales acorde a los tiempos y circunstancias actuales
si perder su esencia fundamental.
El germen para la formación de un partido sólido con
permanencia en el tiempo debe de sentar sus bases y alimentar sus raíces en una
observación de la realidad para enunciar sus postulados filosóficos que se
nutre del entorno, tanto de lo positivo
y de lo negativo que ocurran al interior de la
sociedad, encontrar respuestas y soluciones que no se queden sólo a corto tiempo
sino que se planteé también al mediano y largo tiempo, donde germinará, crecerá y permanecerá. Debe basar
sus fundamentos en elementos que van más
allá del momento coyuntural, es decir lograr amalgamar una síntesis producto de
una elaboración de conceptos y del choque y confrontación de ideas y postulados (Tesis) y sus respectivas críticas
(antítesis).
Producto de la falta de credibilidad de la población hacia sus clases dirigenciales, donde la demagogia, oportunismo
y ventajismo así como la subrepticia intromisión del narcotráfico y otros tipos
de mafias ha sido el principal protagonista en el aparato y conducción del
estado y que a vista y paciencia de todos los peruanos vemos como ha originado
un incremento de descontento cada vez mayor de la población hacia sus autoridades.
Una parte de ese descontento social y de falta de
oportunidades podemos
verlo en reducidos sectores de la juventud que apuestan por movimientos que son
voceros de grupos terroristas como el Movadef y está en nosotros revertir esa
situación. Ya lo dijo el poeta y filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de
Santayana: “Los pueblos que no conocen su historia están condenados a
repetirla"; y está en nosotros el hacerles recordar a las nuevas
generaciones lo que fue nuestro país; cuando el azote del terrorismo amenazó
minar los estamentos de la república, Para así evitar que se repita nuevamente
en el futuro acciones terroristas como: asesinatos, voladuras de torres y
detonación de bombas en sitios públicos, estás no son acciones de guerra civil
y de la lucha armada como han sabido
decir estos jóvenes ingenuos influenciados y aleccionados por esa dirigencia
apologética del terrorismo que es el Movadef.
Cuando hay una falta de credibilidad en las instituciones
tutelares de la patria por parte del ciudadano de a pie, se da inicio a una
descomposición gradual en todos los estamentos del estado, debilitándose y
llegando hasta sus bases que es el que da solidez a todo el aparato jurídico y
político del país. Este debilitamiento comienza en la cúspide, es decir en los
poderes del estado (Legislativo, Ejecutivo, judicial) y que cada cinco años (elecciones presidenciales y
congresales) y tres años (elecciones municipales) a percepción de la población
en vez de convertirse en una fiesta de
la democracia es más visto como una oportunidad
descarada para saquear y a repartir el poder como botín.
Soy cada vez más consciente y creo necesario la abolición del
voto obligatorio, que ejerza el derecho al voto
quien quiera hacerlo, sin presiones ni coerción de ninguna naturaleza, a
nadie se le debe de coaccionar so pena de multa por incumplimiento el ejercer
ese derecho, precisamente esta última
palabra derecho es la que debe primar,
está en mí la potestad de ejercer el derecho al sufragio o no; ¿Por qué tengo que
ser coaccionado a votar por alguien o grupo determinado cuándo ninguno de los candidatos o partidos llena
mis expectativas?, esa obligación hace que el votante sea forzado muchas veces
a viciar el voto o adrede anularlo y eso a mi entender es una expresión de
rechazo y burla al proceso electoral.
En mi caso particular en la segunda vuelta de las elecciones
presidenciales peruanas del 2011 , ninguno de los dos candidatos finalistas
llenaban mis expectativas, por un lado el temor a lo desconocido o a una
imposición de un socialismo al estilo Chávez en Venezuela, era lo que representaba para mi Ollanta Humala Tasso
(gracias a Dios no lo fue) y por otro lado tenía a una vuelta al fuji-montesinismo
y lo que representó el gobierno de Alberto Fujimori y su corrupción; además la
no existencia para mí de un plan de gobierno serio por parte de la candidata
Keiko Sofía Fujimori; estábamos entre “el Cáncer o el Sida” y era está una frase
común lo que se repetía continuamente, no solo en las redes sociales, sino en
la calle. Ante esta disyuntiva opté por
viciar mi voto con la esperanza lejana que el tercer candidato en disputa un “offside”,
que no estaba en la boleta de sufragio “don
Voto Viciado”; fuera el que obtuviera el más alto puntaje. Estoy completamente
seguro que miles de peruanos como yo hicieron
exactamente lo mismo y esto en pocas palabras es un repudio a la
obligatoriedad del voto y a los candidatos finalistas que no llenaban nuestras
expectativas.
Partidos políticos como el APRA, Acción Popular o el PPC que
contaban con comités de apoyo a nivel nacional fueron
perdiendo fuerza drásticamente hasta casi desaparecer; Una Izquierda que en
nombre era unida cada vez más atomizada jamás pudo considerarse una opción seria
en una justa electoral. Salvo el APRA que se ha mantenido más o menos con un
electorado cautivo ha podido mantener cierta presencia en el Perú
(especialmente el norte), los demás luchan por sobrevivir buscando alianzas con
nuevas agrupaciones surgidas a raíz del debilitamiento de estos partidos.
Y sobre estos últimos quisiera centrar mi atención, desde el
auge del Fujimorismo como una fuerza política de peso en el Per
en 1990, han ido proliferando más agrupaciones que se han cohesionado
en torno a un líder carismático algo así como un cacicazgo, sin ningún plan de
gobierno concreto y serio, ni ideas fijas para la gobernabilidad del Perú
tomando o apropiándose de planes de gobiernos de otros (como ocurrió con Cambio
90 y el plan de gobierno del Fredemo) y sobre la marcha tener que gobernar, la improvisación a la
orden del día, con gente
inexperta en gran parte en la conducción del aparato público del estado.
Nadie va a negar y sería mezquino no reconocer que en el
primer gobierno de Fujimori se logró controlar la hiperinflación dejada por el
desastroso primer gobierno de Alan García y el APRA, se reordenó la economía
con acciones drásticas y la recaudación fiscal comenzó a crecer, se pudo atrapar
a los líderes terrorista de Sendero Luminoso (esto fue una acción exclusiva y
silenciosa de la policía y que el gobierno se la apropió como una acción
conjunta con los servicios secretos del estado) lo que elevó más la popularidad
del presidente. Pero también se rompió el orden Jurídico con el autogolpe de
1992 preparando el camino para una futura reelección nada honesta. La SUNAT comenzó
a perfilarse como el aparato represor para los empresarios opositores y se
empezó a orquestar la guerra sucia
contra los opositores con la compra de conciencias y editoriales de los
medios de comunicación y los llamados diarios “chicha” que proliferaron por montones, que eran
los encargados de realzar los logros del gobierno y el medio perfecto junto con
la televisión para maniobras de campañas sucias contra opositores y cortinas de humo para tapar la
porquería que supuraba, la compra de conciencia de empresarios y congresistas
tránsfugas (Vladivideos) y los grandes negociados con las compras de material
bélico como los MIGS a Bielorrusia fueron lo que a la larga traería su debacle.
Podríamos detallar
sobre los gobiernos que
precedieron a Alberto Fujimori en
especial el de Alan García esa es una prueba
de como con la demagogia se puede llegar a tentar y obtener el
poder. El gobierno del APRA de 1985 a
1990 llegó con muchas expectativas empezando por la renovación de sangre joven
al interior de un partido viejo, un presidente joven y que por muchas décadas
nunca había alcanzado la presidencia. Ese impulso de querer hacer las cosas
correctas y romper con viejos modelos de gobierno del pasado era para muchos jóvenes de aquel entonces la última esperanza que podría
tener el Perú para enmendar el curso y ponerse en camino hacia un verdadero
desarrollo. Se esperó mucho del APRA, un partido organizado, con un ideal claro
y con bases en casi todo el país, pero las medidas desatinadas efectuadas por
Alan García que gobernaba con mayoría en el congreso, precipitó al Perú a una
espiral hiperinflacionaria y acrecentó el crecimiento y expansión del
terrorismo (MRTA, Sendero Luminoso), atrayendo gente joven a sus filas de una manera alarmante ante
la falta de oportunidades. La corrupción campeó y los grandes negociados con el
famoso dólar MUC, la devaluación del Inti, el negociado de la reventa de 14 aviones
Mirage 2000 que tanta falta nos hiciera después en Tiwinza; dejó entrever
una vez más que se gobernaba para
llenarse los bolsillos y saquear al país. Como olvidar las colas, cosa de todos los días para comprar
los artículos de primera necesidad, como
el pan o la famosa leche ENCI y el
aumento casi semanal de cualquier
insumo para la construcción. La
popularidad de Alan descendió tanto que ya esperábamos unas nuevas elecciones para sacar de palacio
a la corrupción y la ingobernabilidad. Fujimori es el producto de lo que nos dejó Alan García, la gente ya
no creía en políticos y la aparición de un desconocido tecnócrata como Fujimori, que daba esperanzas
con su sonrisa y su perfil racial como un salvador aunque no tuviera programa de gobierno (acordémonos de la mentira de la intoxicación con Bacalao) fue
la clave de su éxito y en el tácito apoyo del APRA.
La corrupción es un mal que esta enquistado en lo más
profundo de nuestra sociedad, carcome,
corroe y malogra a todos a su alrededor comprando conciencias de jueces,
congresistas y autoridades.
El gobierno de Alejandro Toledo fue otra esperanza rota de
poder enmendar y combatir a la corrupción en el Perú, nuevamente se pusieron en
juego los hilos de los grupos de poder a
pesar que claramente el gobierno de Perú Posible era abiertamente anti
fujimorista, se siguió creciendo económicamente, algo heredado del fujimorismo
y continuado, se estabilizaron los precios y los TLC con USA y Tailandia fueron
el comienzo de buscar nuevos mercados a nivel mundial; pero los escándalos se sucedieron unos a otros
y el desborde social amenazaban la estabilidad
del país con movilizaciones como el arequipazo, la sublevación de
Andahuaylas, el asesinato del alcalde de Ilave en Puno, las crisis de 2003 y
2004, el escándalo de Diez Canseco primer vicepresidente, el sonado caso
Almeyda y el caso Zaraí menguó la popularidad del presidente hasta en un 85
% llegando incluso a algunos hasta pedir su dimisión.
Como podemos apreciar la lucha por el poder es un pastel muy
apetecible que permite la aparición de oportunistas deseosos de llevarse una tajada, ya sea desde una curul en
el congreso, presidencia, poder judicial, poder municipal o de asesoraduría que
responden a grupos de poder en la sombra o a sus propias ambiciones políticas o
económicas; no es un secreto que detrás de toda licitación pública (construcción de carreteras, hospitales etc.)
o compra que el gobierno hace al extranjero, las comisiones y sobornos debajo
de la mesa son muy jugosas y todos quieren agarrar algo de esa prebenda.
La corrupción y el tráfico de influencias ha sido una
constante en todos los gobiernos, inclusive el segundo del falso Doctor Alan
García (Petroaudios, venta del terreno de Collique, perdida de expedientes del
Banco de Materiales, Carretera Interoceánica, Tren Eléctrico etc. Y en el
actual de Ollanta Humala, (Helios, Interoil, Alexis Humala, y el blindaje a
ciertos políticos y ex presidentes), está dejando entre la sociedad un desazón
y malestar de desgobierno donde quien
debe gobernar no lo hace como debiera. A eso habría que agregarle el creciente
protagonismo de la primera dama: Nadine Heredia, como el poder detrás del poder,
manejando los hilos de este a la hora de escoger ministros como si fuera ella la gobernante; hay que
recordarle que el cargo de primera dama es honorífico y Ella no tiene que ver
nada con la injerencia de los asuntos internos que son propios del gobierno, aunque sea
esposa del presidente.
La aparición de movimientos regionales en el Perú, responde a
esa necesidad dejada por los partidos políticos, ese vacío y esa carencia y falta de presencia en las
comunidades ha sido bien tomado por
agrupaciones departamentales que han ido ganando una presencia significativa.
No estoy en contra de los movimientos regionales, de lo que
estoy en contra es de los posibles miembros que la puedan conformar, gente
ligada al terrorismo como Gregorio
Santos en Cajamarca o gente conectada al narcotráfico, tráfico de tierras, Oro
etc. hace peligrar la estabilidad jurídica de la nación, ¿Quién nos dice que
mañana tengamos sentado en el congreso (como hoy en día ocurre) a gente que
responde a mafias (no quiero generalizar) o a personas ligadas a esas actividades? ¿U otras que trabajan y son digitalizadas
para beneficio de ellas y no para las
grandes mayorías como debe de ser? ; O peor aún ¿Que elijamos de presidente a alguien ligado al terrorismo
simplemente por no conocer su pasado?.
Acordémonos de la
corrupción que campeó en el poder regional de Ancash de la mano de César Álvarez
y su pandilla de asesinos y ladrones, de la corrupción que se ha detectado en
Tumbes con Gerardo Viñas a la cabeza o de Cajamarca de la mano del inefable
Gregorio Santos por mencionar unos cuantos.
Ese es el peligro que veo, ante la ausencia y debilitamiento de partidos
políticos serios, que aparezcan nuevamente: Come Oros, Roba Cables, León
alegrías, Nancys Canchayas, Marthas Chávez, proxenetas como Víctor Grandez, Urtechos
y una lista interminable de malos elementos que como congresistas han
empobrecido el debate y diálogo en el hemiciclo. Es difícil encontrar
congresistas de la talla de un Raúl Porras Barrenechea, Andrés Townsend
Ezcurra, Valentín Paniagua o Jorge del Prado que desde sus trincheras defendían
sus ideales con hidalguía y honestidad.
Este 5 de Octubre tenemos elecciones municipales a lo largo y
ancho de todo el país, está en nuestras manos el hacer de esta, un proceso
electoral ejemplar, escogiendo alcaldes y concejales correctamente que sean
competentes que puedan dar soluciones
sinceras a los problemas que aquejan las distintas urbes de Lima y el Perú.
Lima es quizás el centro de mayor atención por el volumen de
electorado que maneja y los limeños tenemos la obligación de dar un voto
consciente y sincero. Por su parte, los candidatos tienen la obligación de
responder a cada una de las acusaciones de las que se les hace, en
especial a los que tiene mayor opción de
ganar la alcaldía. Castañeda a quién se le decía erróneamente Doctor tiene una
obligación moral con el electorado limeño, debe responder a cada una de las
acusaciones que se les hace y ese mutis no le hace nada bien al proceso
electoral, eso es cobardía, no enfrentar y dar la cara y sabe perfectamente
porqué lo hace, porque sabe que cuenta con más del cincuenta por ciento de
aprobación, pero eso puede serle contraproducente y puede tener un efecto boomerang, la fuerte
campaña en su contra y su cerrado mutismo puede pasarle factura y costarle la
elección. Señor Castañeda quién calla otorga y usted con esa actitud de sangre
de horchata está dejando en claro que esconde muchas cosas por las que tiene
que responder en especial Comunicore, la gente tiene un límite y ese blindaje dado por sus
amigotes no le va a durar mucho, todo se paga en esta vida y usted no será la
excepción.
Señora Susana Villarán usted habrá
tenido la mejor de las intenciones para hacer de su alcaldía la diferencia con
respecto a otras, pero el infierno está lleno de buenas intenciones, su
ineptitud para conducir los destinos de la ciudad se refleja en el grado de
impopularidad que tiene, no crea que porque salió librada de la revocatoria se
deba a lo positivo de su gobierno sino más bien al rechazo que originó en los
limeños el incitador y principal
organizador de esa revocatoria el inefable Marco Tulio Gutiérrez y la mano
negra detrás de todo esto de Castañeda Lossio. Debería dar un paso al costado y
dejar que gente con mayor capacidad
asuma la conducción de la metrópoli.
Quiero terminar este artículo
habiendo hecho una sucinta recopilación de lo que han sido nuestros distintos
gobiernos en los últimos tiempos, la podredumbre en la que se ha convertido
gobernar. Que no se haga en nosotros la
costumbre de elegir nuestras autoridades
por el que menos robó, o el más simpático, o el que regala polos o artículos de
primera necesidad aprovechándose de la
necesidad de la gente. Un político no debe de robar ni usar su poder para fines personales; aunque parezca ilógico y difícil
de creer, creo que no es difícil pensar así.
Invito al lector a que haga una
reflexión seria sin apasionamientos de lo que queremos y esperamos de nuestras
autoridades. Si cada uno de nosotros exigimos el máximo de honestidad a los que
están en el poder o los que los detentan, podremos hacer un cambio para bien,
sería el primer paso para cambiar pensamientos y costumbres, eso es uno de los
aspectos que hace la diferencia entre sociedades adelantadas de sociedades atrasadas y
subdesarrolladas.
José Fernando Orrego Mir
Miami 26 de agosto del 2014
Lasangredehorchata.blogspot.com
Derechos Reservados.
Nota:
Las caricaturas fueron tomadas del
blog del genial caricaturista Carlín
carlincaturas.blogspot.com y fueron publicadas en diferentes días en el
diario La República de Lima – Perú.